Llueve mucho


-¿Por que me sigues?

-Tienes paraguas, y fuera llueve mucho.

-Búscate la vida, David.

-Pero, ¿qué mas te da compartir tu paraguas? Son solo un par de calles.

-Ya, pero es que hoy no voy por donde siempre; tengo dentista.

-Solo un poco, Marta, sólo hasta la entrada del metro.

-Mmm..., está bien, pero es la ultima vez, ¿me oyes?. Siempre termino cediendo.

-Será porque me quieres...


Marta sonrió, y abrió el paraguas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Coruña es el lugar perfecto para usar ese truco...que pena que yo nunca lleve paraguas...y el tp