Aprendiendo del coraje


Cuando estas en el fondo, en lo más hondo del pozo más profundo, ¿qué haces?. No tienes más fuerzas para hacer nada, y lo único que te apetece es quedarte allí, encogida y enroscada en tu propio cuerpo agotado, sin fecha para salir de la oscuridad. Pero no puedes quedarte, porque empezarás a tener frío y cuando veas la luz la confundirás con dolor y querrás volver al rincón en el que te escondías.

Aun así, salir es difícil. No tienes fuerzas para escalar,no quieres moverte ni ir a ninguna parte y puede que, en el fondo, aunque no quieras reconocerlo, el dolor te reconforte y quieras quedarte allí, solo para pensar que por un momento puedes esconderte del mundo. Y quizá soñar con que alguien te busque.

Es en esos momentos, los mas dolorosos de mi existencia, en que pienso en ti. Y pienso que me gustaría llamarte y decirte que vengas a buscarme, que me tiendas una cuerda que yo cogeré sin pensar para volver a estar contigo. 

Pero no lo hago, nunca, y reprimo mis sentimientos. Por miedo, por vergüenza, por resentimiento,... porque no quiero que descubras que te sigo echando de menos, y que eres la única persona en que confiaré siempre, de la que nunca dudaré.

Sé que tú me olvidaste, puede que en realidad nunca pensases en mí como yo lo hice, ni pensases en un nosotros. Pero imaginar que sí lo hiciste es lo único que me ayuda a distinguir el leve rayo de luz que me ilumina cuando estoy allí abajo, y a saber cuando tengo que atraparlo.

Porque tú no vendrás, nunca. Y yo nunca tendré coraje para llamarte...

Sisters


Maggie se sentó en el césped y se bajó las calzas del uniforme hasta los tobillos. Yo me senté a su lado y me quité los calcetines mientras me subía la falda. Hacía poco que el calor había vuelto a la ciudad y por eso íbamos todos los recreos a tomar el Sol. Yo siempre me sentaba con mi hermana y después nos apoyábamos estratégicamente la una en la otra, consiguiendo una calma y quietud envidiables.
- Kate, hoy me he dado cuenta de que quiero hacer muchas cosas en mi vida, y no se si me dará tiempo- Maggie me miró frunciendo el ceño, cegada por el Sol.
- ¿Cómo no te va a dar tiempo? Todavía tienes doce años, te queda toda tu vida por delante... ni siquiera tienes deberes de verdad, como los míos.
- Aún así, creo que debería hacer una lista para no olvidarme de nada- dijo pensativa, mientras balanceaba una pierna sobre la otra, trazando un círculo en el aire.
- ¿Como qué, Mag? ¿Qué vas a hacer en tu vida?
- Me voy a enamorar de un desconocido, voy a conducir un descapotable, voy a bañarme desnuda en el mar, seré la amante de un fotógrafo, y la nínfula de un hombre respetable, estudiaré de noche en una biblioteca y bailaré hasta el amanecer por la calle, cantaré en un karaoke y compraré cosas estúpidas sólo por lo estúpidas que son... y viajaré mucho, y tendré tantos recuerdos felices y tristes que cuando me vaya a morir pensaré "¡Dios, por fin, no me cabía nada más en la cabeza!".
- Creo que vas a tener una vida fascinante, Mag, fascinante- y miré con ternura a mi hermana pequeña adormilada sobre mi pecho.