El arroyo Pickarrow


Mi señora, quizás debería decir señorita (pues es tan sólo una joven de doce años) gusta de frecuentar las orillas del arrollo Pickarrow. Isobella Martins es una muchacha dulce y agradable, de muy buena familia ( yo siempre he trabajado con buenas familias), la cual posee varias mansiones por toda Inglaterra. Si bien a la mayoría de mujercitas que rondan su edad les gusta ir de boutique en boutique a mirar costosos tejidos para sus nuevos vestidos, y después lucirlos en bailes y convites, siendo dignas de admirar por los muchachos, Isobella no es así.

A ella le gusta sentarse bajo la sombra de un buen árbol, y disfrutar de una plácida lectura con el murmullo de la aguas de fondo. Después, cuando termina los tres capitulos que se marca como meta, se descalza los escarpines y se saca,cuidadosamente y sin mostrar nada vergonzoso, las medias. Las dobla cuidadosamente y las mete en el libro, que queda abultado. Éste lo posa a su vez delicadamennte sobre los escarpines y, haciendo equilibrios con la montañita, me los trae y me los deja cerca.

Me dice " Querida, voy a dar un breve paseo, porque ¿acaso no tiene hoy la orilla un aspecto delicioso?". Dicho esto, se va hasta donde anchean las aguas, a conversar con los pescadores y jugar con los chiquillos ( aqui muestra la muchacha cuan humilde es).

Cuando vuelve, lo hace contenta, y después de secarse los pies, y vestida para volver a la casa, me recuerda siempre, como si fuera la primera vez " Pero, querida Elma, no se lo digáis a mamá. ¡Se disgustaría de sobremanera si descubre que no voy de tiendas!"

Y así, volvemos en silencio por el sendero

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre quise vivir en el siglo XIX...de hecho hay una pequeña historia ambientada en esa epoca...la historia de Elizabeth...puede que algun dia me decida a escribirla, de momento solo esta en mi cabeza...