Una nueva amistad


- ¿ Y que hay que hacer para que seamos amigos, Carlota?
- ¿Para ser amigos?... No se, experiencias. Un par de noches locas en las que terminemos bailando en una pista vacía, coger el coche sin ninguna dirección porque sólo te importe la compañía, llamadas telefónicas sin ningún pretexto, alguna cena en la que todo acabe chamuscado, noches en vela hablando hasta las tantas, ir a la compra y terminar comprando de todo menos lo de la lista,... y lágrimas, muchas lágrimas que encuentren consuelo y un abrazo mudo que las apoye.... y más o menos, nada más, creo yo.
- Vale, ¿empezamos?

Adiós Caroline


- ¡ No es culpa mía, Adam, no lo es!-

Caroline parecía fuera de sí cuando empezó a gritarme. Su mano, delgada y muy frágil, en sintonía con el resto de su cuerpo, agarraba con fuerza el respaldo de la silla, hundiendo sus esqueléticos dedos en la espuma forrada de terciopelo rojo. Sus ojos temblaban, y se movían rápidamente por toda la habitación, buscando cualquier cosa en la que posarse. Cualquier cosa que no fuese mi cara.

- ¡No....no lo es! ... la sigues queriendo, Adam, y no es justo. Lo he intentado, de verdad que si, pero no puedo más. Eres demasiado autodestructivo, la buscas una y otra vez... ¡estás obsesionado con ella! Y no lo entiendo, Adam, de verdad que no. Porque sabes que ella te quiere, lo sabes, y aun así no estás con ella. Y me utilizas a mi, Adam, para intentar darle celos. Y no lo consigues, sabes que no. No puedes con ella, juega contigo como con un pelele, te coje y te tira igual que coge y tira una revista cuando ya le aburre... Y aun así, aunque te trate mal, aunque tu intentes darle celos, aunque los dos intenteis con todas vuestras fuerzas haceros daño, y lastimaros.... seguis igual. Seguís enganchados. ¿Por qué, Adam, por qué?

Y en ese momento, lo que hasta entonces habían sido sollozos entrecortados por el hipo dieron paso a un lamento profundo y grave, y a unos surcos enormes que le recorrían el rostro. Bajó lentamente la cabeza hasta apoyarla en la mano que tenía sobre el respaldo. Y así, viendo a Caroline hundida y encorvada, dolorida y rota, fue cuando me dí cuenta de que tenía razón.

- No lo se, Carol... pero es así. Siempre seremos nosotros. Aunque estemos con otras personas, aunque nos casemos y tengamos hijos con otros, aunque parezca que toda nuestra vida ha cambiado... nosotros siempre seremos así, siempre. Puede que tengas razón, puede que seamos autodestructivos... pero no la cambiaría por nada. Y no la sustituiría por nadie. Es ella. Mi ella. Lo siento, Caroline. Adiós.

Y mientras cerraba la puerta  de aquella casa, que había sido mía los últimos dos años, empezé a marcar tu número.

JOYEUX ANNIVERSAIRE POUR MOI!!


Hoy es el cumpleaños de Kate Bosthworth
.....y también el mío!!!!! :D :D :D

((aunque yo soy un poco más pequeña que ella))


HAPPY BIRTHDAY TO ME!!!
JOYEUX ANNIVERSAIRE POUR MOI!!!
FELIZ CUMPLEAÑOS PARA MI!!!


((y para Katie, que no se cele))