Una siesta


– David, ¿ tu crees que algún día llegaremos a aburrirnos de la vida?
– ¿ A qué te refieres?
– Pues a que llegue un día, cuando seamos muy mayores, en que ya estemos aburridos de todo y no nos apetezca hacer nada. Siempre se me ocurre cuando voy por el parque y veo a la gente mayor sentada, sin hacer nada, mirando al infinito. ¿ Tu crees que nosotros seremos así?
– Nunca. No creo que puedas llegar a aburrirte de la vida. Lo que ocurre es que no hay tiempo para hacer todo lo que quieres, todo lo que te ofrece, y eso puede ser demasiado. Así que a veces puedes cansarte un poco. Puedes cansarte de la vida.
– ¿ Y qué hago para descansar?
– Echarte una siesta conmigo.